El Banco Central empieza a sumar reservas

El Banco Central arrancó la semana con la que fue la mayor compra de divisas para sumar a sus reservas en más de un mes. La seguidilla de ruedas vendedoras parece haber llegado a su fin de la mano de la reducción de los pagos al exterior por importación de energía. Ahora, la estacionalidad juega en contra, pero el Gobierno tratará de alterarla.

El lunes el Banco Central compro USD 140 millones para sumar a sus alicaídas reservas internacionales. Fue la compra más importante para un solo día desde el mes de junio. La seguidilla de ventas que sufrió en julio y agosto parece haber quedado atrás, aunque con la temporada de cosecha ya terminada, el calendario empieza a jugar en contra. El Gobierno negocia con productores agropecuarios para tratar de sumar oferta de dólares en los meses que quedan de 2022.

Una menor demanda por pagos de importaciones de energía, que con precios récord por la guerra en Ucrania dañaron seriamente el saldo comercial en los últimos meses, y las todavía vigentes medidas de administración de la demanda de otros importadores parecieron explicar el mejor desempeño.

Con todo, por ahora las compras sólo alcanzaron a paliar las pérdidas de semanas anteriores. Con datos al lunes pasado, el Banco Central todavía llevaba vendidos USD 550 millones en el mes, cómo saldo de sus compras y ventas. En lo que va del año el resultado neto es de compras por apenas USD 20 millones.

Para lo que queda del año hay buenas y malas noticias. Por un lado, a medida que las temperaturas tienden a subir la demanda por gas retrocede y aflojan las necesidades de importación. Pero el período del año que se viene es, históricamente, el de menor oferta de divisas comerciales.

Sobre este punto trabaja el Gobierno, en la persona de Sergio Massa, con reuniones constantes entre funcionarios, representantes de productores agropecuarios y empresas exportadoras de granos y oleaginosas, con el objetivo de incentivar más ventas al exterior.

La reducción del ritmo de ventas durante la crisis en el gabinete económico que llevó a la renuncia de dos ministros de economía en el mismo mes da el margen para que el campo se ponga al día. Aunque mucho depende del resultado de las negociaciones sectoriales.