La continuidad del conflicto en Ucrania es hoy el principal driver para los mercados y, así como las bolsas de todo el mundo lo sufren, los precios de las materias primas no frenan su escalada. En particular, el petróleo y otras materias primas energéticas lideran las alzas ante el anuncio de sanciones a Rusia.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, informó esta semana que su país planea prohibir las importaciones de petróleo y gas desde Rusia. Aunque la demanda de gas desde Norteamérica no es importante, tanto el petróleo como el gas se dispararon.
La respuesta desde Rusia no tardó en llegar en palabras del viceprimer ministro ruso quien amenazó con cortar el suministro de gas a Europa si las sanciones se efectivizan.
Mientras tanto, desde la Casa Blanca informaron que tienen la intención de iberar reservas de crudo -Estados Unidos es uno de los principales productores del mundo- con el objetivo de mitigar el efecto sobre los precios energéticos que promete traer nuevos dolores de cabeza en un entorno de precios ya jaqueado por la inflación.
El petróleo WTI saltó en todas las ruedas de la semana y se ubicó a media rueda del miércoles en USD 124 el barril mientras que el barrill Brent experimentó subas similares hasta llegar a los USD 128 en el mismo momento.
De esta manera, el crudo extendió su avance y acumula un alza cercana al 65% en lo que va del año. Son los precios más altos de los últimos 13 años para la materia prima más relevante.
Más cercano a los intereses de Argentina, un país que cubre sus propias necesidades de petróleo pero que es importador de gas natural, preocupó la disparada del precio del gas natural que a mediados de semana batió su récord histórico en Europa, al menos en términos nominales.
El mayor costo de las importaciones de energía promete dificultar las metas de acumulación de reservas y reducción del déficit fiscal incluidas en el acuerdo con el fondo, aunque el aumento de las materias primas agrícolas compensa en parte ese efecto.