Después de sus dos primeras licitaciones de deuda en pesos de corto plazo el Tesoro diseñó un programa de emisiones que viene a llenar el lugar vacío dejado por las Lecap reperfiladas del Gobierno anterior. El objetivo es empalmar cada emisión con vencimientos de deuda en pesos para evitar un nuevo reperfilamiento al tiempo que se marca una baja de tasas.
El Tesoro anunció un cronograma de licitaciones de Letras del Tesoro ajustadas por tasa Badlar para el mes de enero con dos licitaciones, una esta semana y la otra el día 27. El Gobierno está rearmando el mercado de deuda en moneda local del que dependen aseguradoras, fondos comunes de inversión y, en definitiva, toda la liquidez de corto plazo en moneda local. Por eso, la acelerada baja de tasa que está propiciando el fisco en cada colocación es toda una señal para el mercado.
Ayer cerró una emisión a 50 días a una tasa del 40,5% y otra a 140 días al 41,3%, un claro retroceso desde el 44,7% de la emisión inicial hecha en diciembre.
El hecho de que haya recibido ofertas por más de $46.000 millones pero adjudicado apenas $17.000 millones indica que no aceptó ofertas a una tasa más baja. En combinación con las señales del Banco Central respecto a que la tasa de Leliq perderá importancia, la baja acelerada de tasas que busca el Tesoro es para tomar nota.
El ministro de Economía Martín Guzmán busca generar un entorno en el que el Tesoro puede financiarse a un costo menor al tiempo que el resto de las tasas para empresas e individuos se muevan hacia abajo, en un intento por impulsar la actividad y el consumo.