Wall Street se estabiliza y las apuestas por activos de riesgo regresan de a poco. Los temores a una crisis como la de 2008 casi desaparecieron, pero eso no implica que el daño haya sido nulo ni que esté superado.
Los índices bursátiles estadounidenses se estabilizaron en las últimas semanas, ya que el alivio de los temores sobre una crisis bancaria elevó el apetito por el riesgo, mientras los inversores esperaban datos económicos para evaluar la senda de la política monetaria de la Reserva Federal.
El nerviosismo de los mercados por las tensiones en el sistema bancario se vio apaciguado en los últimos días por la venta de los activos del banco Silicon Valley Bank, respaldada por los reguladores estadounidenses, y por la ausencia de nuevos indicios de problemas en el sector desde la operación de compra.
Las acciones de los bancos regionales estadounidenses cotizaron mixtas en los últimos días, con entidades financieras como Truist Financial Corp y Western Alliance Bancorp ensayando tímidas subas. Incluso el problemático First Republic Bank alternó alzas y bajas moderadas.
Los mercados parecen estar más tranquilos a medida que disminuye la tensión de la situación bancaria. El hecho de que los rendimientos de los bonos del Tesoro sean un poco más bajos que antes de la crisis bancaria probablemente haya inducido a los mercados de valores a subir.
Las turbulencias bancarias, que comenzaron a principios de marzo con el colapso de Silicon Valley Bank, llevaron a los mercados a recalcular las expectativas de un futuro endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal.
Las apuestas de los operadores se inclinan a favor de que la Reserva Federal no suba las tasas en mayo, con unas probabilidades de suba de 25 puntos básicos del 42%, según la herramienta Fedwatch de CME Group.
Pero aunque los temores a una crisis sistémica como la de 2008 se hayan reducido, el daño en el mercado no se recuperará pronto. Tres bancos estadounidenses quebraron este mes. Más de USD 100.000 millones en depósitos se esfumaron de pequeños bancos.
Por activos, las quiebras de este año sólo son superadas por las de 2008, cuando quebraron 25 bancos con más de USD 370.000 millones en activos.
La continuidad de la política monetaria estadounidense, cuyas aceleradas subas de tasa explican en gran medida el colapso de algunos bancos, vuelve a ser entonces el principal factor a seguir aunque no sólo con la vara de predecir el posible éxito para controlar la inflación sino también los daños colaterales que puede causar.