La semana que viene empiezan las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional, un paso obligado para una reestructuración de deuda. El enviado argentino busca una renegociación de los vencimientos con el organismo internacional que dé paso a un nuevo perfil de vencimientos para la deuda con el sector privado.
El Gobierno argentino quiere que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional empiecen la semana que viene. El líder de la misión argentina es Sergio Chidos, un ex funcionario con experiencia en las negociaciones de 2003 y 2006, que tiene en carpeta volver a plantear la relación entre el país y el organismo internacional. Sin nuevo financiamiento pero también con nuevos plazos de pago.
Según trascendió, lo que llevará Chodos es una “tercera posición” (es decir, algo que permita un plan de pagos de facilidades extendidas, pero que no obligue al país a imponer reformas estructurales).
El planteo buscaría llegar a un plan de pagos con un tiempo de respiro para poder rearmar la estructura fiscal y financiera de la economía argentina, bajo la promesa de que el nuevo modelo económico se sostendrá con superávits gemelos y el sostenimiento de la recaudación impositiva por arriba de la inflación. Algunos dicen que se sabe que, en principio, la propuesta será rechazada. Pero será una forma de dar inicio a las conversaciones.
En realidad, el éxito de la negociación dependerá más bien de lo que consiga en materia de apoyo internacional el gobierno de Alberto Fernández. Casi la mitad del “paquete accionario” del FMI pertenece a los Estados Unidos. En última instancia el acreedor es Donald Trump.