Los principales índices de Wall Street ensayaron una recuperación luego de haber
 caído en un bear market. En el mercado neoyorquino manda la cautela, a la espera
 de conocer si los intentos por contener la inflación pueden o no hundir a la
 economía de EEUU en una recesión. La tensión con China pesa entre las
 tecnológicas
Los principales indicadores de Wall Street supieron vivir un rally que llevó al índice S&P 500
 a recuperar más de 10% respecto de sus mínimos de junio antes de hacer una pausa. Los
 esperados datos de inflación en medio de un muy saludable mercado de trabajo dificultan la
 lectura de lo que será la política monetaria de la Fed al tiempo que la tensión entre los
 EEUU y China agrega un golpe a las tecnológicas por temores a un nuevo episodio de
 faltantes en el mercado de microprocesadores.
Los inversores neoyorquinos se animaron a las compras en el último mes, de la mano de
 balances corporativos mejores a lo esperado y datos de empleo pujantes que contrastan
 con el número frío de dos trimestres consecutivos de contracción del producto que puso a la
 economía americana en recesión técnica.
El dato de inflación de esta semana fue seguido muy de cerca por operadores que quieren
 saber si la Fed recupera el control de los precios, ayudada por una baja del petróleo. Si la
 inflación no responde a las subas de tasa puede forzar a más medidas duras por parte de la
 autoridad monetaria que generan el riesgo de una recesión más profunda.
En ese contexto, tanto el S&P 500, amplio, cómo el Dow Jones industrial se movían
 estables o con leves bajas a la espera de los números de precios.
El que se separa de la tendencia es el tecnológico Nasdaq afectado por un nuevo foco de
 tensión geopolítica luego de la visita de la legisladora demócrata Nancy Pelosi a Taiwán en
 una actitud de desafío a la política de una sola China. El viaje desató fuertes maniobras
 militares de China en la zona y alteró el comercio en uno de los puntos del planeta más
 importante para la producción de microprocesadores, un insumo vital para el sector
 tecnológico que ya causó toda clase de cuellos de botella cuando la escasez de los mismo
 se hizo sentir en plena pandemia.