Mientras el Banco Central sube las tasas para intentar alinear las variables económicas y el crédito se encarece, existe un rincón del mercado exclusivo para pymes que permite tomar financiamiento a entre el 41% y el 45% anual, al menos 15 puntos debajo de una inflación que llegó al 60% el mes pasado.
Mientras otras variables financieras se dificultan, el financiamiento para pequeñas y medianas empresas no para de hacerse cada vez más sencillo. Descuento de cheques, facturas de crédito electrónicas y hasta inversión productiva se pueden financiar con tasas bien por debajo del mercado y de la inflación, lo que hace al endeudamiento particularmente conveniente.
En cuanto a financiamiento de capital de trabajo, a través del aval de una sociedad de garantía recíproca (SGR) las pequeñas empresas pueden descontar instrumentos como cheques y facturas de crédito electrónicas a entre el 45% y el 56% anual, en plazos que van de los 270 días a los 12 meses.
Y en cuanto a las líneas de financiamiento productivo, orientadas a aumentar la capacidad instalada de las empresas, las tasas caen aún más para moverse en torno al 41% anual con plazo de 48 meses.
Las tasas bancarias comparables para capital de trabajo en bancos, por ejemplo, están unos 20 puntos porcentuales por encima de ese valor.
De esta manera, las pymes logran conseguir financiamiento para capital de trabajo o ampliación del negocio a tasas por debajo de la inflación de manera ágil y sencilla.