Se desinfla la deuda CER

Una de las estrategias de inversión más rendidoras del último año, la apuesta por los títulos y letras que ajustan por inflación, pasa por un impasse. Una reducción de las expectativas de inflación tras el fogonazo del primer trimestre y los límites que muestra el mercado de pesos local llevan a los inversores a elegir otras apuestas.

El inicio de junio mostró algo fuera de lo habitual para lo que es la dinámica del mercado desde mediados de 2021. La deuda ajustada por CER, el índice que sigue a la inflación minorista, dejó de dar ganancias en los primeros días del mes. Sus precios retrocedieron levemente y sus tasas de rendimiento ofrecido subieron como resultado. 

Se trata de una de las alternativas de inversión más omnipresentes en las carteras de inversión locales. Para empresas y particulares, la deuda CER es una excelente alternativa para obtener rendimientos en pesos que compitan o superen a los datos de inflación, dada la enorme liquidez disponible y tasas que no logran acercarse al ritmo de avance de los precios.

En ese contexto, la deuda CER supo dar grandes alegrías a los que optaron por ella. En particular, las posiciones en deuda indexada fueron las que mejor paradas quedaron ante el fogonazo inflacionario del primer trimestre del año, que tuvo su apogeo en el 6,7% de inflación de marzo.

En lo que va de junio, mientras tanto, los bonos soberanos CER se mueven en su mayoría en terreno negativo. 

Entre las posibles razones que se barajan en el mercado se encuentran una expectativa de inflación menor de cara al dato de mayo y meses subsiguientes, después del pico de marzo. Además, los desafíos que tiene por delante el Gobierno a la hora de colocar nuevas emisiones de deuda en pesos también juegan.

La cobertura con CER, sin embargo, continúa siendo una de las posiciones preferidas por empresas e individuos que no quieren o no pueden colocar sus tenencias en activos dolarizados.