Wall Street todavía se esperanza con una recesión leve

El principal indicador de Wall Street, el abarcativo S&P 500, intenta sostener un piso por encima de los 3.900 puntos a pesar de los temores generalizados a una recesión en los EEUU. Aunque el aterrizaje de la economía todavía es el escenario base, con la Reserva Federal en un ciclo acelerado de suba de tasas, el mercado se resiste al pesimismo.

El índice S&P 500, el más abarcativo entre los principales de Wall Street, intentó un rebote está semana desde un posible piso por encima de los 3.900 puntos. Las alertas de una recesión son las que mandan en el humor del mercado, pero la caída de los activos todavía está lejos de equiparar a las de episodios previos.

En el promedio histórico, el indicador suele perder un 31% desde máximos antes de una caída en recesión. Para llegar a ese nivel el S&P 500 debería llegar a las 3.600 unidades, todavía lejos de su valor actual.

La señal puede ser vista como una advertencia: todavía hay margen para caídas. Pero algunas variables de la economía estadounidense permiten leer que en realidad el mercado todavía no está convencido de que la actividad económica tenga un aterrizaje duro.

La creación de empleos se mantiene en buen ritmo mientras que la demanda de seguros por desempleo no muestra picos, acrecentando los temores de un sobrecalentamiento de la economía.

La demanda, por su parte, todavía no muestra señales de detención, a pesar de que los resultados positivos de las empresas se moderaron en los últimos trimestres pero todavía están lejos de caer un 25% cómo en una recesión típica.

Mientras tanto, datos de inflación por encima de lo esperado y de lo registrado en las últimas cuatro décadas obligan a ser cauteloso. La Reserva Federal podría tener que acelerar seriamente el ritmo de suba de tasas en caso de que el sobre calentamiento de la economía siga dando malas noticias desde el lado del nivel general de precios.